domingo, 13 de septiembre de 2009

LA VIDA ES UNA MEDITACIÓN



La vida es una meditación, pero dentro de las polaridades, es mental, necesaria para la manifestación del espíritu en la encarnación. Más allá de estas polaridades, la existencia se diluye temporalmente por un instante, y el ego-mente se encuentra en el centro de su verdadera realidad, sin tiempo ni espacio, absoluto, sin forma ni nombre. Donde es todo y nada a la vez.

Es así, que la naturaleza tridimensional, se transforma, evoluciona, a través de la suprema consciencia del ser, que realiza el propósito de hacer trascender los elementos de las formas, del ego-mente, hacia donde no existen las polaridades, la dualidad, los sentimientos, las emociones, la meditación y.la manifestación.
Si no hubieran todos estos manjares, unos amargos, y otros exquisitos, que nos obsequiamos como ego-mente, la personalidad, en esta vida transitoria e ilusoria, como por ejemplo: “El amor”, la consciencia, jamás, encontraríamos el camino en esa sustancia, o energía que llamamos mente, que está en nuestra esencia espiritual, y este camino se vislumbra a través de la contemplación, la Meditación, la reflexión, y el discernimiento, sin símbolos, fetiches, sin métodos ni sistemas.

El sistema linfático, nervioso, los órganos, los miembros, la psiquis, la mente, los ingredientes fundamentales, y todo lo que representa al hombre en este planeta tierra, o en otros mundos, es solamente una manifestación en el microcosmos tridimensional, que la entidad espiritual, ya ha programado antes de la encarnación, haciendo participar, y nutrir estas formas bio energéticas, etéreas, con todas las dimensiones, los fluidos del cosmos, y de los universos finitos, transitorios, e ilusorios, en la unidad espiritual eterna del Absoluto, Dios, o como quieran llamarle, manifestándose en cada partícula, átomo de la vida y de la existencia finita de las formas, ego-mente, la humanidad terrestre y galáctica.

Si realmente queremos trascender, debemos sacudirnos de los parásitos de las creencias, religiones, que aunque llenen temporalmente el vacío existencial, siempre serán parásitos, esquemas que no nos dejan trascender hacia la vida divina. Y como dijo el maestro Jesús el Cristo “Deja todo y sígueme”, cuando alguien de esa época le pregunto: Maestro como puedo encontrar el reino de Dios?.

Aun en este siglo XXI, la humanidad, se deja encandilar, por las conferencias electrizantes, y aceptan cándidamente las enseñanzas rebuscadas, adornadas de símbolos, fetiches, sin poner a prueba la observación, el discernimiento, y la razón, y buscar su propio camino de realización espiritual, sacudiéndose de la maraña de creencias, religiones, y paradigmas antagónicos, y estar en una realidad Absoluta, donde no existen estos cuentos chinos, que el ego-mente acepta como una verdad.

Respirar, pararte de cabeza, estar en contacto con la naturaleza, hacer el bien, o el mal, ser vegetariano, o pronunciar el mantra OM, si bien te da una satisfacción temporal psicofísicamente, es la serpiente que se muerde la cola,(El ego-mente) satisfecho de la vida material, en la periferia del circulo del espíritu divino Absoluto, supuestamente “prisionero” de su propia emanación.

Hno. rodolfo

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