domingo, 13 de septiembre de 2009

MENSAJE ACUARIANO






MENSAJE ACUARIANO

23. Sólo por Mí
el pensamiento
la conciencia y la vida
adquieren sentido y belleza
sabiduría y poder
brillo y color
 

24. Sin Mí
todo es vano
oscuro y caótico
perverso y falso 

frío y sin propósito

Las dos polaridades, la dualidad, manifestación del Absoluto sin forma ni nombre, una no puede manifestarse sin la otra, entonces el amor es un sentimiento, necesario para una humanidad en proceso de evolución, donde las leyes realizan un rol muy importante en los valores de la humanidad en este proceso, estereotipados en la memoria de la humanidad de la noche de los tiempos.
  
Este sentimiento que tiene dos caras de la misma moneda, la dualidad, donde en la oscuridad hay luz, y en la luz hay oscuridad.
En el Absoluto, sin forma, ni nombre, ni tiempo ni espacio, no hay dualidad, polaridades, entonces no hay sentimientos.

El Absoluto, es la usina, la esencia de donde emanan, la materia, la mente, los sentimientos, y las emociones como energía, para este mundo, y diferente para otros mundos finitos e ilusorios.

En los sentimientos, las emociones, en la dualidad, se revelan los misterios, los símbolos, y el ego-mente, la personalidad, pasa por un trance de búsqueda, añorando la esencia infinita del padre, o de su emanador, para después diluirse en la unidad Absoluta sin forma ni nombre, donde no existe el amor, en todo los sentidos que pueda experimentarse, o sea como un éxtasis, o como una satisfacción psicofísica y mental. 

Pero como es el dicho: "Todo es Dios, y nada se mueve sin la voluntad de Dios", tenemos que aceptar que Dios es amor, luz, y lo que no es amor, es un sentimiento que nace de la oscuridad, de las tinieblas, del demonio.

O creemos en el uno o en otro!, y si creemos en Dios, Absoluto, lo otro es pura creación mental de los que nos quieren manipular, subyugar, y mantenernos en el oscurantismo secular, en la inopia.

La inquietud espiritual, la mística y la osadía rompen el himen, el velo del misterio, y el ego-mente se libera de la dualidad, de la oscuridad, de las polaridades, y se realiza en el poder absoluto de la divinidad, de su divinidad.

El sentimiento del amor, y las polaridades desaparece de la memoria, estereotipados de la noche de los tiempos, para justificar una acción positiva y buena.
Dando paso a un estado de consciencia superior que nos conduce siempre a construir, y a no destruir, controlando con maestría las polaridades de la existencia, la dualidad para la evolución y el desarrollo de los mundos.

Entonces ese ser que llamamos Dios, está, estará en nosotros, porque ese Dios que buscamos somos nosotros en sus múltiples existencias, hasta que se cumpla el ciclo de vida, y el ego-mente se diluya en la nada, en el Absoluto, sin forma ni nombre, sin espacio ni tiempo, sin dualidad.

Hno. Rodolfo

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